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Mostrando entradas de mayo, 2011

Olvidate del "El Si Pero"...Aprende a ser feliz

...¡No llegues como Lorenzo! ¡No entres al circulo! Olvidate de la moneda que te hace falta "El Si Pero"...Aprende a ser feliz

LA DECISION MAS IMPORTANTE DE TU VIDA

Viene a mi mente la experiencia del Pdte Monson en cuanto al día en que el conoció a la hermana Francés el dijo: “En un baile para la clase de primer año en la Universidad de Utah, yo estaba bailando con una joven cuando a nuestro lado pasó bailando otra señorita cuyo nombre era Francés Johnson, lo cual yo desconocía en ese momento. Con una sola mirada me bastó para saber que me gustaría ser presentado a ella. Pero ella se alejo bailando y no la vi sino hasta después de tres meses.  Un día, mientras esperaba el ómnibus en una esquina de la ciudad, levanté la vista y no pude creer lo que veía. Allí estaba la joven que había visto bailando en el salón de la universidad, y estaba parada junto a otra joven y a un muchacho a quien reconocí como un antiguo compañero de escuela. Lamentablemente no podía acordarme de cómo se llamaba; pero tenía que tomar una decisión y pensé: "Esta decisión requiere valor. ¿Qué debo hacer?" En mi corazón reconocí el valor de aquella frase qu

¿QUE ESTUDIARE.. EN QUE TRABAJARE?

He aconsejado a muchos que han regresado del campo misional y han venido a mí con esta pregunta. Frecuentemente encontramos que los misioneros tienden a imitar a su presidente de misión. Si éste es un educador, gran número de misioneros querrá serlo; si es un hombre de negocios, muchos querrán estudiar administración de empresas; si es médico, muchos querrán dedicarse a la medicina, pues naturalmente desean imitar al hombre que respetan y admiran. Mi consejo a los misioneros que regresan de su campo misional, y a cada persona joven, es que estudien y se preparen para el trabajo de la vida en la actividad que les produzca mayor gozo, porque van a pasar gran parte de la vida en esa esfera. Creo que debe ser una actividad que ponga vuestro intelecto a prueba y que sirva para el uso máximo de vuestros talentos y capacidad; y finalmente, creo que debe ser un ámbito que os provea de suficiente remuneración como para cuidar adecuadamente de vuestra compañera e hijos. Muchos pueden decir que s

"Sí, hijo, estoy despierto".

Hace muchos años llevé a nuestro único hijo, que era sólo un niño, en su primer viaje de campamento y pesca. El cañón era empinado y el descenso era difícil; pero la pesca era excelente. Cada vez que un pez mordía mi anzuelo, le daba la caña al emocionado muchacho, quien, con gritos de alegría, terminaba de sacar la bella trucha. En las sombras y la frescura de la tarde que caía, empezamos a subir la elevada montaña. Él se apresuró antes que yo y me decía: "Vamos, papá; a que te gano a llegar hasta arriba". El reto cayó en oídos sordos. Su pequeño cuerpo literalmente parecía volar alrededor de cada obstáculo y cuando parecía que yo iba a desfallecer con cada paso, él llegó a la cima y se volvió para darme ánimo. Después de cenar nos arrodillamos para orar; su vocecita se elevó dulcemente hacia los cielos en una plegaria para dar fin a nuestro día. Después nos metimos en una gran bolsa de dormir y luego de empujar y tirar un poco, su cuerpecito se acurrucó fuertemente contra e