Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2012

Participen adecuadamente en el proceso político

Participen adecuadamente en el proceso político del país donde vivan. La Iglesia es neutral en las contiendas políticas y no respalda a candidatos ni a partidos. Sin embargo, esperamos que nuestros miembros participen activamente apoyando a los candidatos y partidos de su elección, conforme a los principios que protegerán a un buen gobierno. Nuestra doctrina es clara: “…debe buscarse diligentemente a hombres honrados y sabios” (D. y C. 98:10). “Cuando los inicuos gobiernan, el pueblo se lamenta” (D. y C. 98:9). Esto significa que todos deben sentir la obligación de votar. En aquellos estados en los Estados Unidos donde se celebren asambleas partidistas para nominar candidatos a cargos de gobierno, ustedes deben familiarizarse con las propuestas y los candidatos, y participar plenamente. Por ejemplo, ese tipo de asambleas se realizarán en Utah y en Idaho para varios partidos comenzando esta semana hasta mediados de abril. Si asisten, se les permitirá participar. Confiamos en que ve

Con demasiada frecuencia basamos nuestras metas en lo que el mundo valora

El presidente Packer contó unas experiencias que ocurrieron en una isla cercana a las costas de Okinawa. Él considera este sitio como su montaña en el desierto. Su preparación personal y el juntarse con otros miembros habían profundizado sus creencias en las enseñanzas del Evangelio. Lo que aún le faltaba era una confirmación, el conocimiento seguro de que aquello que ya había sentido era verdadero. La biógrafa del presidente Packer narra lo que sucedió entonces: “Contrario a la paz y confirmación que buscaba, se enfrentó cara a cara con el infierno de la guerra contra el inocente. Ansiando algo de soledad y tiempo para pensar, ascendió un día a una colina que daba al océano. Allí encontró los restos destrozados de una casa campesina, con un campo de batatas abandonado. Y en medio de las plantas moribundas vio los cadáveres de una madre y sus dos hijos asesinados. La escena le produjo una profunda tristeza, mezclada con los sentimientos de amor por su propia familia y por todas las