“Espero que no tengan miedo de las clases difíciles”, dice él. “Nunca tuve una clase que fuera ‘demasiado’ fácil… Simplemente tienen que trabajar arduamente. Espero que deseen estar tan bien capacitados como para estar al nivel de este mundo tan competitivo. Espero que ustedes aprendan a asumir la responsabilidad de sus decisiones, ya sea en los cursos de estudio que opten por tomar, o ya sea en la dirección de los logros académicos que se esfuercen por alcanzar”.
“Tienen acceso al faro del Señor. No hay niebla tan densa, no hay noche tan oscura, no hay marinero tan perdido, ni vendaval tan fuerte como para hacer que sea inútil el faro del Señor. Les hace señales a través de las tormentas de la vida. Parece que nos dice, a ustedes y a mí: ‘Éste es el camino hacia la seguridad; éste es el camino que lleva a casa’”.
“Mis jóvenes hermanos y hermanas, no permitan que su temor sea su consejero. No se digan a sí mismos: ‘No soy lo suficientemente listo, o no puedo hacer lo que se requiere para estudiar esta clase difícil, o en este campo que es difícil, así es que voy a escoger la manera más fácil’. Les suplico que pongan a prueba su talento, y nuestro Padre Celestial les pondrá al nivel de sus decisiones”.
“En esta vida, donde tenemos la oportunidad de luchar y alcanzar, les testifico que en ocasiones tenemos que hacer un segundo esfuerzo, y un tercero, y un cuarto, y cuantos grados de esfuerzo sean necesarios para lograr lo que nos esforzamos por alcanzar”.
(Presidente Monson)
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