El día que una mujer cumple cuarenta años el comienzo de la segunda mitad de su vida , debe considerar seriamente en convertirse en la "segunda esposa" de su marido.
A esa edad su tarea como madre es menos exigente que en años anteriores. La atención del hogar le deberá resultar más fácil; deberá contar con un poco de tiempo libre.
Ese tiempo libre deberá usarlo para hacer un inventario de su matrimonio.
La primer pregunta que se debería hacer a sí misma es: Si yo muriera y mi esposo quedara libre mañana para casarse otra vez, ¿Qué tipo de esposa eligiría? ¿Cómo sería su segunda esposa?
Cualquier esposa que comprenda a su marido tan bien como debiera, puede imaginarse la respuesta a esa pregunta.
Ella sabrá, por ejemplo, si la próxima esposa sería más atractiva que ella, más sociable, más compañera, más alegre, más independiente, o más apegada.
Así que cuando una esposa se haya imaginado qué clase de mujer él eligiría como segunda esposa, si él tuviera la oportunidad de elegir otra vez en la mitad de la vida, no hay nada que le impida ser tan parecida como le sea posible a la mujer que eligió.
Si ella nunca prestó demasiada atención a la ropa,y él admira a las mujeres bien vestidas, ella puede concentrarse en tratar de tener el mejor aspecto posible.
Si a él le gustan las salidad al aire libre, y a ella nunca le ha interesado acompañarlo a pescar o en alguna cacería, podrá sacrificar un poco su comodidad con el fin de ser más compañera.
Si a ella le ha atraído la actividad social menos que que a su esposo, puede hacer un verdadero esfuerzo para hacer de su hogar un lugar más hospitalario.
Nada va a revitalizar más a un matrimonio en la mitad de la vida que una esposa que trata de hacer todo lo posible para parecerse a la mujer que está segura que su esposo eligiría para que la sucediera,si él tuviese que elegir otra vez
El día que él cumpla cuarenta años el comienzo de la segunda mitad de la vida, debe considerar seriamente en convertirse (¿es necesario decir algo más?)...
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