El matrimonio presupone una cierta medida de madurez

Como estamos en vispera de primavera, las publicidades tienen un tono verde, algunas Estacas realizan la Fiesta de oro y verde,y alguien en el trabajo, le comento a una simpatica joven que tenia puesto un hermoso y elegante vestido verde: ¡ Si asi eres de verde como serás de madura!, en estos momentos que recuerdo el incidente me recordo tambien en cuanto a la madurez en la vida en especial en el matrimonio.

Algo que aprendi en Institutos fue que si se intenta definir la madurez emocional debe hacerse únicamente empleando términos muy extensos, pues la línea entre la madurez y la inmadurez muy pocas veces está clara y bien definida. Es raro encontrar una persona que no deje ver ocasionalmente algo de inmadurez en su comportamiento; de la misma forma pocas son las veces en que vemos a una persona actuar con inmadurez en todo lo que hace.

Tal como pasa con el amor, la espiritualidad y otros rasgos humanos algo complejos, algunas veces es más fácil reconocer la madurez que definirla.Las invitaciones y salidas a pasear adecuadas pueden contribuir de forma significativa al desarrollo de la madurez emocional.

Hugh B. Brown enseño:"La edad, o el desarrollo físico y biológico no son los únicos ni los principales puntos a considerar. El matrimonio necesita madurez física, mental, moral y espiritual. Aunque no es posible decir cuándo una persona ha madurado suficientemente como para casarse, hay muchos casos de fracasos matrimoniales debidos a la inmadurez.

"El matrimonio presupone una cierta medida de madurez. Los adolescentes están aún en el proceso de madurar física, mental, social, psicológica y espiritualmente. Están todavía en un estado de transición, todavía están creciendo, y cualquiera que sea su edad o tamaño, aún son infantes.

Cuando se casan dos personas tales, si continúan creciendo, muchas veces crecen cada uno por su lado en vez de crecer juntos. Si se distancian cada vez más que sus intereses, sus objetivos, y sus personalidades, la ruptura llegará inevitablemente. Aquellos que se casan durante el estado de transición están jugando, aventurando toda su felicidad y la de los demás" (You and Your Marriage, págs. 25-26).