Ir al contenido principal

¡Espero que vivas en ella con gran felicidad!



Se cuenta el relato de un joven constructor que se estaba iniciando en el negocio de construcción cuando un hombre muy adinerado, amigo de su padre, fue a hablar con él y le dijo: "Para ayudarte a establecer tu negocio, te voy a pedir que construyas una casa para mí. Acá tienes los planos; no te preocupes por los gastos, pues lo que quiero es que emplees los mejores materiales y que contrates la mejor mano de obra que encuentres. No repares en el costo. Envíame las cuentas y yo las pagaré sin objeciones".

Al joven constructor le obsesionó el deseo de enriquecerse por medio de aquella oferta tan generosa y amplia y, en lugar de emplear la mejor mano de obra y los materiales más finos, buscó lo más barato engañando así a su benefactor en toda forma que le fue posible. Finalmente, el último clavo ordinario se clavó en la última pared endeble y el constructor entregó al amigo de su padre las llaves y una cuenta por una cantidad exorbitante.

El caballero le hizo un cheque por la cantidad total y luego le devolvió las llaves, diciéndole con una afable sonrisa: "Hijo, esta casa que acabas de construir es un regalo que quiero hacerte. ¡Espero que vivas en ella con gran felicidad!"


Mis jóvenes amigos, a cada uno de vosotros se os ha dado la oportunidad de "edificaros" una vida hermosa y, en gran parte, depende de vosotros mismos la clase de vida que tengáis. ¿Me permitís daros algunas ideas para edificarla mejor? La clave para edificar una buena vida es seguir a Cristo y Sus enseñanzas, o sea, oír "estas palabras, y" hacerlas [véase Mateo 7:24].


Si edificamos nuestra vida sobre el servicio a los demás y al Señor, se nos promete que tendremos la ayuda de! gran Arquitecto, y El sabe mejor que nosotros lo que necesitamos para que nuestra vida sea completa. En otra ocasión, Jesús dijo: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo" (Apocalipsis 3:20); pero, a menos que abramos la puerta y le demos entrada en nuestra vida, El no podrá entrar. Sólo si aceptamos al Salvador y hacemos su voluntad, tendremos siempre la inclinación a hacer lo correcto.

A medida que vosotros, jovencitos, edificáis vuestra vida, vuestra creencia en Jesucristo y su evangelio os guiará en la misma forma que guía a aquellos de nosotros que todavía estamos por terminar la construcción
de nuestra estructura.

Tal como se encuentra registrado en las Escrituras, Cristo hizo un impresionante compendio de algunos de estos principios: "...vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?'" (Mateo 19:16). ¿Quién no desearía saber, o daría todo lo que poseyera, por recibir la respuesta a esa pregunta, especialmente por boca del Señor mismo?Esta es la respuesta: "...Mas si quieres entrar en la vida, guárdalos mandamientos" (Mateo 19:17). Fijaos en las palabras mágicas: "...si quieres entrar en la vida". ¡Sí, entrar en la vida! ¿No es ése nuestro verdadero propósito? En verdad, ¿hay algún otro?

Cuando le preguntaron qué significaba "guardar los mandamientos", Jesús respondió: "...No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio", y luego la positiva y gloriosa exhortación: "Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mateo 19:19).
¡Qué planos tan sublimes para edificar la mejor vida! Estos mandamientos, y todo lo que encierran, constituyen un baluarte glorioso e inexpugnable contra la maldad.

Requieren que utilicemos nuestro tiempo de la mejor manera posible, lo cual nos servirá para mantener nuestra integridad y moralidad y ser buenos ejemplos. Esa es la clase de vida que los Santos de los Últimos Días deben edificar.Durante la época de José Smith, los miembros de la Iglesia se sentían preocupados; deseaban saber si debían construir hogares permanentes o simplemente temporarios, ya que con frecuencia habían tenido que mudarse de un lugar a otro, pero el Profeta les dijo: "Construyan como si fueran a permanecer aquí para siempre".

El estudio minucioso de nuestra historia nos enseña a todos una gran lección. El éxito de nuestra Iglesia se debe a nuestra fe en Dios, a la guía inspirada de líderes firmes y dedicados que nunca tomaron el camino fácil, y al hecho de poner en primer lugar en nuestra vida las enseñanzas divinas de Jesús.

Si edificamos nuestra vida siguiendo el ejemplo del Señor y dedicándonos a El, lo haremos con los mejores materiales y con el máximo esfuerzo. No escatimaremos el estudio, la diligencia ni la obediencia. No engañaremos en cuanto a la calidad de lo que estamos edificando ni trataremos de aprovecharnos de la bondad de nuestro benefactor, que nos ha concedido una maravillosa oportunidad.Desearemos edificar algo noble y firme, algo que sea digno de la confianza que El ha depositado en nosotros. Al hacerlo así, no sólo nos beneficiaremos a nosotros mismos sino a los demás. Y al terminar la construcción, tendremos una magnífica estructura.

ÉLDER JOSEPH B. WIRTHLIN DEL CONSEJO DE LOS DOCE (Liah.Nov.1990)

Comentarios

Entradas populares de este blog

"YO HE SIDO MISIONERO”

CUANDO LAS SOMBRAS DE LA NOCHE LLEGUEN Y YA TE ENCUENTRES LEJOS CUANDO EL ADIÓS DE NUESTROS LABIOS SEAN UN CALIDO RECUERDO RECIÉN COMPRENDERÁS QUE HA COMENZADO EL ESTRECHO SENDERO DE LA ETAPA MAS BUENA DE TU VIDA LA DE SER MISIONERO CUANDO ESA GENTE HASTA HOY DESCONOCIDA LLEVES EL EVANGELIO CUANDO QUIZÁS LAS PUERTAS SE TE CIERREN RUIDOSAS… O EN SILENCIO CUANDO IMPOTENTES Y SENTIDAS LAGRIMAS SURQUEN TU ROSTRO TENSO RECIÉN SABRÁS SI ESE, TU TESTIMONIO Y TU PROFUNDA FE SON VERDADERAS CUANDO TUS PIES SOPORTEN LAS AMPOLLAS Y NO TE IMPORTE EL VIENTO NI LA LLUVIA, NI EL FRIÓ QUE CASTIGUEN IMPLACABLES TU CUERPO CUANDO SOLO EL SEÑOR SEA TU META Y ÚNICO PENSAMIENTO RECIÉN COMPRENDERÁS CON MUCHO GOZO QUE EN CRISTO ESTAS CRECIENDO CUANDO PASEN LOS DÍAS Y LOS MESES Y QUIERAS DETENERLOS PORQUE COMPRENDES QUE EL OBRAR POR CRISTO Y EL VIVIR POR CRISTO ES LO MAS BELLO CUANDO SIENTAS QUE ES COMO SI ESTALLARA TODO EL CAUDAL DEL AMOR QUE LLEVAS DENTRO RECIÉN COMPRENDERÁS QUE ESTA EL ESPÍRITU DENTRO DE TI

Que significa 'Ningún éxito puede compensar el fracaso en el hogar"

Después de una de nuestras recientes sesiones de la Conferencia General, una madre preocupada se aproximó a mí y me dijo: "Necesito saber qué es lo que significa la declaración: 'Ningún éxito puede compensar el fracaso en el hogar" (por el presidente David O. McKay) Sabiendo algo acerca de los problemas que esta amiga mía cargaba sobre sus hombros y su corazón como consecuencia de una hija rebelde y descarriada, compartí la siguiente explicación con ella: "Creo que comenzamos a fracasar en el hogar cuando nos damos por vencidos el uno para con el otro. No creo que hayamos fallado hasta que abandonamos los esfuerzos. Mientras permanezcamos trabajando y esforzándonos diligentemente, con amor, paciencia y longanimidad, a pesar de las dificultades o de la aparente falta de progreso, no seremos clasificados como fracasos en el hogar. Sólo comenzamos a fallar cuando nos damos por vencidos con un hijo, hija, madre o padre. Elder Marvin J. Ashton

Los padres de vuestros hijos

DIOS ha dado este consejo que se remonta a lo más recóndito de la memoria del hombre: "Honra a tu padre y a tu madre,para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da,'"Éxodo 20:12. En este sentido, honrar podría significar muchas cosas: amarlos, estimarlos respetarlos; confiar en ellos, aceptar sus consejos, cuidarlos; vivir de una manera útil, justa y moral, Honrar podría significar aprender las lecciones que los padres han aprendido y aun evitar los errores que ellos hayan cometido. Y existe evidencia de que aquellos que honran a sus padres han alargado su paz y felicidad, en la vida, con una satisfacción profunda, y permanente , . . lo cual es algo digno de considerarse. Y ahora volvámonos por un momento hacia los jóvenes, hacia los que aún no han contraído matrimonio, a aquellos que tienen familias jóvenes y a los que todavía tienen la bendición de tener más hijos; para éstos, pronunciamos estas dos frases del élder Tanner: "Los padres que debé